Esperando
en el aparcamiento de un hipermercado a que finalicen las compras familiares,
fumo, cierro los ojos y escucho en la radio la voz de José Hierro que me habla
de un encuentro con Beethoven en el Lincoln Center de Nueva York. Me parece,
por un momento, que el humo que entra manso en mis pulmones es el mismo que
fuma el poeta desde el otro lado de sus versos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario